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Modo de empleo | Adultos tomar 4 cápsulas diarias divididas entre las comidas con abundante agua. |
Presentación | 120 Cápsulas |
Dado que la homocisteína puede causar una gran cantidad de daño en los vasos sanguíneos y el sistema nervioso a través de una gran variedad de mecanismos, es aconsejable mantener el nivel de homocisteína lo más bajo posible en la sangre, para ello la Betaína-HCL de fairvital puede ser muy útil. Uno de los muchos daños que la homocisteína puede causar es que reduce la formación de óxido nítrico, mientras que se producen radicales agresivos de oxígeno (H2O2). El nitrógeno es una sustancia corporal que tiene fuertes propiedades vasodilatadoras, importantes para la presión arterial.
Además, la homocisteína ataca la capa interna (túnica íntima) de los vasos cuya superficie lisa es esencial para una buena circulación sanguínea. En el caso de lesiones, en esta capa interna, por ejemplo provocadas por la homocisteína, se depositan plaquetas sanguíneas y fibrina, lo que limita la permeabilidad de los vasos, además, el colesterol oxidado y el calcio se acumulan ahí formándose depósitos adicionales, perdiendo los vasos sanguíneos su elasticidad y volviéndose así más duros.
Un alto nivel de homocisteína en la sangre también puede interferir con la síntesis de neurotransmisores en el cerebro y dañar los receptores, así como afectar a los nervios en general, por lo que se restringe las transmisiones de estímulos.
La betaína puede estimular las vías metabólicas específicas en el cuerpo en las que se destruye la homocisteína y se forma la S-adenosilmetionina (SAM-e). LA SAM-e es responsable entre otras cosas de la formación de neurotransmisores como la acetilcolina, la dopamina o la serotonina. La acetilcolina es responsable por su parte de la excitación entre los nervios y los músculos, mientras que la dopamina mejora el estado de ánimo. La serotonina influye entre otras cosas en la transmisión de la señal en el sistema nervioso central. Una fonación incrementada de neurotransmisores da como resultado numerosos efectos positivos.
La descomposición de grasa en el hígado se apoya en gran medida por el consumo de betaína ya que ésta es precursora de la colina. La colina es capaz de prevenir los depósitos de grasa en el hígado y acelerar también el transporte de lípidos. Además, la betaína estimula la producción de glutatión, que sirve para ayudar al hígado y protegerlo de los radicales libres.
Para las personas que tienen poco ácido estomacal, la betaína HCL puede servir como una fuente de ácido clorhídrico y ayudar a mantener una acidez normal en el estómago. Un buen equilibrio de ácido en el estómago es muy importante para el bienestar, especialmente después de comer, ya que así se promueve la función normal del estómago.
Con el paso de los años es posible que la secreción de ácido clorhídrico disminuya, lo que a su vez conduce a unos niveles muy bajos de la encima pepsina. Esta enzima es indispensable para una buena digestión. Por lo tanto, el clorhidrato de betaína es una buena fuente de ácido clorhídrico, que puede ser utilizada por el estómago para producir pepsina.